lunes, 20 de diciembre de 2010

Amaneceres en tu piel...

...y la forma de rozar mi espalda, girarme y verte ahí; mirándome, sonriéndome. Perdiendo cualquier tipo de verguenza, acercarme a tí medio bailando canciones odiosas. Abrazarte y mordisquearte el cuello. Ver tu sonrisa y tus ojos cerrados. Ábrelos. Ábrelos ya. Y ahí estoy yo, con sonrisa de idiota mirándote y deseando que ese momento no se termine nunca.

1 comentario:

Juan Diego dijo...

Siempre va a haber alguien que este hay y no se vaya nunca.