lunes, 31 de enero de 2011

Me da la vida

No sabes lo que es despertarte y que él se retuerza y bostece, luego te abrace, y no sepas cómo deshacerte de todo el mundo.

martes, 25 de enero de 2011

El miedo al silencio aturde las calles. El miedo amenaza.

Si usted ama, tendrá sida.
Si fuma, tendrá cancer.
Si respira, tendrá contaminación.
Si bebe, tendrá accidentes.
Si come, tendrá colesterol.
Si habla, tendrá desempleo.
Si camina, tendrá violencia.
Si piensa, tendrá angustia.
Si duda, tendrá locura.
Si siente, tendrá soledad.

Si el arte es un crimen que dios me perdone.


¿Arte o vandalismo?
"Esta cuestión es un círculo vicioso. El graffiti... ¿Crea o destruye? Es cuestión del punto de vista del que queramos verlo, es como el dilema filosófico del vaso de agua por la mitad ¿está medio lleno o medio vacío?

El graffiti siempre va acompañado de su condición transgresora, extralimitada, destructiva, combativa... en realidad es éste el caracter que constituye su esencia: La ilegalidad. Bien podemos llamarlo vandalismo, pero tampoco hay que ver más allá de donde es. No es un problema tan grande y no es excusa para las cantidades de dinero desorbitadas que se emplean en su erradicación. Leandri afirmaba: “El graffiti es el grado cero de violencia, el más pequeño vandalismo posible”. Pretender aceptar el graffiti sin su esencia de ilegalidad es no entender una de sus causas básicas de producción. Nos encontramos pues ante un fenómeno simultáneo de creación y destrucción. Como dijo Norman Mailer: “Siempre hubo arte en un acto criminal”.

Por otro lado nos encontramos con el inevitable carácter artístico de este fenómeno plásticamente hablando, el hecho de la destreza, la técnica o el estilo de un escritor es algo que puede tratarse desde un punto de vista meramente pictórico, al margen de ideologías o del lugar simbólico donde esté realizado.

Esto nos lleva entonces a dividir el graffiti en dos partes: Graffiti legal (arte) y graffiti ilegal (vandalismo). Hay muchas y muy diferentes opiniones al respecto. Esto a veces genera disputas o cuando menos debates sobre como debe pintar un escritor: legal o ilegalmente. Lo que está claro es que cada uno tiene su forma de ver las cosas y sus razones que le hacen decantarse por una o por otra (gozan de especial respeto los escritores que practican ambas, es decir graffiti en muros, en trenes, bombardeo...) En todas sus vertientes. Tenemos muchos tipos de opiniones. Bando, por ejemplo, es un viejo escritor parisino que defendía así su postura frente a lo que para él era la belleza del graffiti: “Tu preguntas a alguien- ¿te gusta el cantar de los pájaros por la mañana, piensas que es hermoso?- y la persona te contestará probablemente: Sí. Y luego le preguntas -¿Y los entiendes? Y esa persona te dirá: No. Entonces tu le dices: No hace falta entender algo para considerarlo bello”. Por otro lado estas son las afirmacines de un actual escritor de trenes barcelonés: “Cuando se fundó nuestro grupo era para destrozar, bombardear y pintar trenes. Simplemente es jugársela por pintar. Entre calidad y cantidad, yo pondría destrozo. Si salimos hay que destrozar. Es entrar, aunque esté mal y tengamos que correr. Muchas veces hemos entrado y hemos dicho -venga, hasta donde nos de tiempo-. Es que pintar trenes es ansia en sí. Hay que destrozar (...) Es una guerra contra la RENFE, contra el sistema y contra todo. Es que la gente esté sentada en la estación por la mañana y flipe con el tren”. A pesar de lo contrapuestas que puedan resultar las opiniones las dos defienden la misma bandera: La del graffiti. ¿Esto a que nos lleva? A que depende del uso que se le de a las cosas sirven para una finalidad u otra. Por ejemplo un arma, sirve para utilizarse en legítima defensa o para cometer un crimen ilógico, o como el mismísimo dinero, sirve tanto para hacer obras de caridad como para efectuar negocios sucios. Son solo ejemplos que manifiestan el uso que se le puede dar a las cosas y que las cosas por sí mismas no son malas. Efectivamente, un bote de spray no es un arma y un escritor de graffiti no es ni un terrorista ni un drogadicto, en contra de lo que muchos puedan pensar."

lunes, 24 de enero de 2011

Alguien que no tiene que perderme para darse cuenta de que me ha encontrado

Eres una jodida droga. Mi droga. Estoy enganchada a ti y jamás tengo suficiente. Quiero más, y más y más. Rozar la línea de la sobredosis, esnifar tu olor con fuerza, y que se me quede guardado en mi memoria para cuando me entre el mono de ti. Pincharme cada una de tus palabras en mis venas.
Alarmantemente una yonki de tu voz cada vez que me dices en voz baja que me quieres, mientras yo te pregunto (aun sabiéndolo) con voz de tonta "¿cuánto?" tan solo para que lo repitas y me vaya a dormir con una doble sonrisa. Para algunos, lo más desesperante es no querer desintoxicarme, si no querer morir contigo.

Onelove

Solo sé que hoy tengo ganas de ver el mundo a mis pies y no sentir pena por aquellos que piensan que la vida es una mierda. Quiero crear un historia y ponerle un punto a todo lo demás, salir y saltar en los charcos y reírme, solo reírme de todo y de todos porque, hoy soy feliz. No era tan difícil, lo he podido comprobar. Pero, ¿sabes? ahora que soy feliz, se que es gracias a él.

lunes, 17 de enero de 2011

Tu arte nace dentro de ti...


...y se magnifica, haciendo que el corazón se sienta pequeño. Haciendo que el dolor en el pecho aumente por la ausencia de tanto corazón. Un día leí "Los artistas tenemos el corazón pequeño". Nuestros sentimientos nos borran a nosotros mismos poco a poco, el artista siente intensamente y debe plasmarlo, sería un pecado que no lo hiciera, pero pierde esos sentimientos en el momento que entrega todo eso. Vende su alma, cada escritor la vende con el primer escrito, como lo hace un pintor con su primer pintura vendida. Porque los demás lo habrán sentido antes, pero sólo quien tiene un don es capaz de describirlo, de pintarlo, de esculpirlo. Cualquiera es capaz de mirar un color y decir qué color es, en cambio no cualquiera es capaz de describirlo siempre como si se lo explicara a un ciego. Plasmamos todos como si los demás fuesen ciegos y tuviesen que entender cómo es ver de verdad. A veces puede sonar realmente triste. En el fondo a lo largo de tu vida conocerás a muy pocos que de verdad saben sentir.
Quien nos habla de dolor, y de como superarlo debe de haberlo vivido antes. Aunque cada vez que sintamos sea más difícil plasmar. La felicidad no está hecha para ser descrita, nadie en su sano juicio deja de disfrutarlo para poder explicarlo. El dolor, sí que si no es contado desgarra quien lo siente, lo hace cada vez más pequeño