miércoles, 25 de marzo de 2009

INSANE

Supongo que el repiquetear del móvil cuando casi tenía los ojos al borde del sueño me hizo recordar que mi vida no es sólo la Gran Ciudad. Me atrapa, todo me atrapa. Y ahora ya no veo más que cuadrados negros en fondos blancos.

Tiempo para nacer. Tiempo para jugar, bailar, gritar, saltar. Tiempo para crecer. Tiempo para vivir, para disfrutar, para sonreir. Tiempo para salir, conocer, aprender. Tiempo para sufrir, llorar. Tiempo para caer. Tiempo para levantar. Tiempo asqueroso. Tiempo que parece no parar. Tiempo que a veces pasa muy lento. Tiempo para aprender. Tiempo para excitar, besar, abrazar, tocar. Tiempo rojo, rosa, verde, amarillo, naranga, azul, negro, gris, marrón, morado. Tiempo de colores. Tiempo que parece morir. Tiempo negro. Tiempo para sentir. Tiempo para notar, acariciar. Tiempo para mentir. Tiempo para decir. Tiempo para querer. Tiempo de mierda. Tiempo odioso. Tiempo para ser feliz. Porque la vida, después de todo, es tiempo.


"Al final de lo único que te vas a acordar es de las cosas buenas. No te entretengas en tonterias, que las hay. Y vete a buscar lo que te haga feliz, que el tiempo corre muy deprisa..." Coca-Cola.
No penseis que diciendo cosas bonitas voy a amar la Coca-Cola, sigo odiándola. Y lo seguiré haciendo. A menos que lleve sustancias alcoholicas, claro.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Lucía...pero se apagó



"Porque el todo, todo es. Y el todo...un día explotó.
Pestañeó. En lo que pudo durar aquel movimiento, su vida cambió. Cambió tan bruscamente que dejó de respirar. Tampoco le importaba.
De tener todo se quedó sin nada, se quedo sin nada por lo que respirar, nadie en quien pensar, ninguna inquietud... Pestañeó. Pestañeó. Jamás saldría de allí, o quizás sí...de momento le tocaba esperar."
Detesto la nostalgia paralizante y ni en el peor de mis momentos creo que los tiempos pasados fueron mejores. Por otro lado, tengo la sensación de que la realidad mundial ha cambiado tanto, y el tiempo ha mordisqueado tan furiosamente la integridad de las cosas que hemos sufrido, algo así como una pérdida monumental de la inocencia. Lo notas cuando echas de menos lo que por entonces no sabías porque la inocencia es, en definitiva, ignorancia. Y entonces se abren de nuevo determinados odios, determinados peligros, determinados miedos. Todo eso se nota en las películas, en las historias, que por muy graves y trágicas que sean, parece que tienen una ligereza especial.Estoy segura que esto es algo que sucede en la vida de todas las generaciones. Últimamente el tiempo, mi tiempo es brutal en cuanto inocencia se refiere; tiempo de violación constante de la esperanza. Como las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, como el impacto de las torres gemelas, algo así como la guerra como el impacto de las torres gemelas, algo así como la guerra del 14 que cambió los parámetros de la decadencia bélica. Últimamente (de semanas, casi un mes, me refiero) esto es lo que me inunda, tanto que casi me empiezo a ahogar.Me gustaría entender la política, quisiera creer que todo esto es bueno, quisiera asegurar que nadie está comprando a ETA. Por una vez en mi vida, quisiera volver a ser inocente. O sea, ignorante. Quisiera que mi vida encontrase de nuevo el camino, correcto, o no, pero a gusto. Por una vez quisiera sonreír por los viejos tiempos, por los de ahora y por los que me deparan; y acordarme, al caminar, como la sonrisa se dibujaba en mi cara, con motivo o sin él.
Las cosas cambian, los intereses varían, las personas se alejan.